Texto de Marian Valero
Generoso, amable, solidario, con un alto sentido del humor, bondadoso, apasionado, ponderado, positivo, analítico, hábil, firme, respetuoso, responsable, son algunos calificativos que se vienen a la mente al pensar en Javier Martintereso. Un hombre que conozco hace más de 20 años, cuando la vida nos unía en los años 90, e hicimos muchos de los comerciales de productos para la televisión y el cine, que aún la generación de aquella época recuerda.
Yo era modelo, una niña… jojota, la inocencia a flor de piel y mis ojos verdes cual paraparas descubría un mundo distinto, lleno de reflectores, rieles, productores y de 5 y acción.
Javier un ser humano excepcional que me acogió cual niña desamparada y en su faceta como director y productor me ayudó mucho a entender y respetar este mundo que descubría y que hoy amo con la misma pasión que lo ama Javier.
Después de un tiempo, cuando los comerciales de televisión mermaron en Venezuela y la vida nos envió por rumbos diferentes sin perder el camino de las artes, recibí un correo de Javier, invitándome a participar en una película que estaba armando, soñando y proyectando junto a mi amiga (hoy mi amiga) Maruvit Leonett (su esposa).
Javier siempre tan atinado y meticuloso, me dijo: “Quiero que leas a Lucia” “Lucia eres tú”, “Tómate el tiempo que necesites y me avisas”…
Mi tiempo fue una semana y AMÉ en mayúscula a aquel personaje, aquellos paisajes, el guión y la manera como se desarrolla y se cuenta el amor…
Partimos en una aventura por Mérida y Falcón para filmar: Lunes o Martes, Nunca Domingo.
Meses fuera de mi casa, pero apachada por otra hermosa familia.
Hoy seguimos viajando y recogiendo los frutos de aquella travesía por tierra venezolana, filmando nuestros sueños.
Hemos ido a España, donde recibimos el galardón de mejor película y mejor actriz principal en el Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava.
También, hoy Italia nos abraza con el galardón de mejor película en el Festival de Trieste y estoy segura de que seguiremos sumando reconocimientos, porque éste film desnuda el alma de todos los que trabajamos con pasión en un largometraje que muestra el amor de dos mujeres, que se unen a lo largo de una carretera.
Javier Martintereso, mi director y mi amigo, a quien conocí hace más de 20 años y que mantiene el secreto de Dorian Grey, te quiero agradecer la confianza y tu apoyo.
Seguiremos viajando y seguiremos sumando... ¡Cannes vamos por ti!