María Isoliett Iglesias es sinónimo de trabajo. Es una mujer capaz de moldear cualquier historia y convertirla en un texto rico en conocimiento. Su especialización en periodismo y literatura la hacen la Atenea de las comunicaciones.
Haber pasado por la redacción del que fue uno de los periódicos más prestigiosos de Venezuela -El Universal-, la posicionó en el más alto estándar de profesionalismo. Inundó aulas de clases y regaló parte de sus conocimientos sin la más mínima mezquindad. Estar en una actividad con María Isoliett como profesora, o sencillamente como facilitadora en seminarios, es jugar con la gramática y la investigación.
Estas cualidades de mujer guerrera la han convertido en modelo a seguir entre miles de jóvenes que apenas comienzan en las lides del periodismo en Venezuela y en otros países de Latinoamérica.
La novela negra también tiene su sello, pues es autora de dos libros de ese género: Me tiraste la hembra pa’l piso (2012), además de Y nos comimos la luz (2013). La investigación y el realismo mágico dibujan cada una de estas historias narradas con delicadeza y frescura.
Un tercer libro, donde figura como coautora, fue el trampolín mundial para catapultar su carrera profesional. Esas 257 páginas salieron a la luz en el año 2015 y plasmaron la historia de vida y asesinato de la Miss Venezuela 2004, Mónica Spear. Capítulo Final fue la obra que le permitió a María Isoliett cruzar fronteras y alzar la voz en contra de la violencia que atormenta al país caribeño, y que arrebató la vida de la reina de belleza el 6 de enero de 2014.
Maria Isoliett es directa, analítica y comedida, fiel al trabajo en equipo. Es una coraza para su familia. Cualquiera que se acerque a ella para pedirle consejos o ayuda, se llevará más que eso.
En el año 2018 una oportunidad laboral la obligó a radicarse en Chile, tierra que lleva en la sangre por su padre, Don Pedro Iglesias (+). Se reencontró con sus raíces y desde allí ha podido formar parte de una fundación de mujeres empoderadas.
La vida ha sido generosa con Maria Isoliett a pesar de los obstáculos que ha tenido que sortear. A sus 38 años tiene sueños intactos, caminos por recorrer y amigos que conocer. En sus páginas de vida quedan muchísimas hojas blancas esperando ser escritas por ella y por quienes seguiremos queriéndola como lo que es: una mujer guerrera, la silueta del periodismo que adornó las pantallas de la televisión venezolana por tres años cuando conducía el programa Rostros del Crimen (Televen) entre 2015 y 2018.