Escribir estas líneas me hace enormemente feliz, ya que se trata de un ser humano extraordinario. Un hombre profesional, disciplinado, exitoso, correcto, familiar y sobre todo amigo.
Tony Velásquez, es ese líder que siempre tiene una palabra de aliento, es ese que te saluda “Wandísima ¿Cómo está esa maravilla?” o “parnerito ¿cómo me le va?” Es un ser sensible que toda su vida ha dedicado tiempo y dinero para hacer labor social. Un hombre que llegó a mi oficina hace 17 años para mostrarme su trabajo y un proyecto hermoso que enamoró a todos: Hummer Expeditions Transaméricas. Desde ese momento hasta el día de hoy no hemos parado de soñar y hacer realidad nuestros sueños en común.
A partir de allí, nuestra relación laboral fue más fuerte y estrecha, así como mi amistad con tantos miembros del Team, como es el caso de mi amigo Alfredo Yánez, un periodista extremadamente correcto y brillante quien hoy me invita a escribir este relato.
Volviendo a Tony, son muchas sus cualidades, en especial el espacio y el valor que le da al trabajo y la amistad. Es sumamente detallista tanto con sus patrocinantes, como con su staff y sus amigos. Era increíble como sus ruedas de prensa se llenaban, no cabía un alma y siempre tenía una palabra y tiempo para cada asistente que quería conversar con él.
Llegó el momento de renunciar ese empleo que me permitió conocerlo, y mi amistad con Tony creció. Al pasar el tiempo pase a formar parte de ese Dream Team de Hummer Expeditions como Coordinadora de medios con mi amigo y socio Baudy Dávila y de allí hasta hoy no han parado los proyectos profesionales y personales.
Era un ritual reunirnos de 7:00am a 9:00am en Café Olè Las Mercedes (cronometrado) una vez por semana para desayunar y ponernos al día, planificar algún evento, o simplemente darnos consejos.
Aunque las expediciones se detuvieron y los eventos mermaron, nuestra relación se fortaleció. Ahora nuestro compartir era laboral y familiar. Yo con mi esposo Lago Baroni y mi hijo, él con sus tres hijos y su esposa, Keratriz, una mujer y amiga extraordinaria.
Me siento agradecida de haber estado en muchos lanzamientos de sus expediciones, y ser parte de Team, pero más agradecida aún de haber estado cuando su madre falleció, en el nacimiento de sus dos hijas, o que ellos estuvieran en el nacimiento de nuestro hijo. Me siento muy orgullosa de que este hombre maravilloso sea uno de mis mentores profesionales y padrino de mi único hijo.
Gracias Partner, mi bello Tony, agradecida por tus consejos, tu confianza, conocimientos y tu invaluable amistad, que Dios te bendiga siempre.
La Wandísima